Archive for enero, 2014

Cuándo y cómo cambiar el líquido anticongelante del coche

Con la llegada del invierno son muchas las precauciones que se deben seguir en nuestros viajes en carretera. Buena parte de las medidas preventivas van relacionadas con nuestro modo de conducción, que como es lógico debe ser más prudente cuánto peores son las condiciones meteorológicas, pero muchas veces nos olvidamos que un conductor preparado es aquel que antes de iniciar el viaje se asegura de tener su coche en perfecto estado.

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El mantenimiento óptimo de un coche de invierno exige tener un control sobre el estado del líquido refrigerante, conocido también como anticongelante, especialmente en aquellas zonas donde se dan temperaturas extremas. Este líquido es fundamental para el mantenimiento del motor, por lo que es importante saber cuándo y cómo se debe cambiar.
1. Si bien no existe una periodicidad exacta, lo más habitual es cambiar el líquido cada 2 años o 40.000 kilómetros.
2. En el manual de mantenimiento que se entrega con todos los vehículos se encuentra el tipo de líquido anticongelante que se debe utilizar. Además, es importante tener en cuenta las temperaturas que se suelen dar en inverno en la zona en la que vives.
• Anticongelante 10%: efectivo hasta -5ºC.
• Anticongelante 20%: funciona correctamente hasta los -11ºC.
• Anticongelante 30%: para temperaturas de hasta-18ºC.
• Anticongelante 50%: anticongelante de larga duración y adecuado hasta -37ºC.
3. Lo primero que se debe para cambiar el líquido es vaciar por completo el circuito refrigerante para eliminar el antiguo, ya que probablemente habrá perdido sus propiedades. Siempre con el motor frío, deberás abrir el sistema de refrigeración -mediante un tornillo, grifo o el mecanismo que use tu coche- y dejar que se vacíe por completo.
4. También es recomendable lavar el sistema con agua a presión, haciendo uso de una manguera. Se deberá mantener siempre el tornillo de vaciado quitado para que el agua pueda salir. En caso de que disponga de válvulas para purgar, también se debe hacer uso de ellas.

5. A continuación, cierra el tornillo o tapón de vaciado y empieza a llenar con anticongelante el depósito. Encontrarás unas marcas de mínimo y máximo que indican los valores entre los que deberá estar el líquido anticongelante.

30 enero 2014 at 12:27

Cinco consejos para conducir con niebla

 En invierno es frecuente encontrarnos con bancos de niebla durante nuestro viaje en carretera, por lo que debemos actuar con más prudencia para adaptar nuestra conducción a la menor visibilidad. Esto son algunos consejos para conducir con niebla:

  • Encender las luces antiniebla: debe ser un acto casi reflejo, aunque antes debemos tener claro el uso de las luces antiniebla. El Código de Circulación las prescribe cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad. Esto se puede dar en caso de niebla, lluvia intensa, nubes de humo o polvo o nieve.
  • Aumentar la distancia de seguridad y disminuir la velocidad: básicamente se trata de adaptar la marcha a las condiciones de la carretera. Al disminuir la visibilidad también aumentan las posibilidades de que surjan imprevistos o de no ver qué está haciendo el coche de delante. El mejor consejo es circular a menor velocidad y mantener una mayor distancia con el resto de coches.
  • Evitar adelantamientos y maniobras peligrosas.
  • Buscar una referencia: cuando hay niebla tendemos a fijarnos más en el coche de delante, cuando lo ideal es tomar como referencia la propia señalización de la calzada. Nunca se sabe quién puede ir delante ni su estado, por lo que si le tomamos como referencia es posible que cometamos sus mismos errores.
  • No detenerse en el arcén: en caso de querer parar no hacerlo en el arcén, ya que si la visibilidad es reducida puede que el el resto de conductores no nos vean. Si es necesario parar, lo más aconsejable es buscar un sitio apartado, como por ejemplo un área de servicio.

Y sobre todo, mantén la calma al volante.

23 enero 2014 at 11:30

Cuidados de la batería del coche en invierno

El frío afecta a la batería del coche y su rendimiento. De hecho, ésta sufre más cuando las temperaturas son bajas y puede descargarse de forma más rápido de lo habitual. En la cercanía de los cero grados la batería comienza a perder prestaciones y es importante manejar con más cuidado los elementos eléctricos del coche.

Lo primero que debemos tener en cuenta para cuidar la batería del coche pasa por no encender de golpe todos los aparatos eléctricos. Al arrancar es recomendable que radio, luces, luneta térmica etc no salten de golpe. Esto es un problema para muchos de los modelos actuales, en los que todo funciona automáticamente y, por lo tanto, es más que posible que varios elementos se activen al prender el contacto.

Además, también ayuda que el coche ‘duerma’ resguardado de la humedad y el frío, así como vigilar el estado de los bornes e incluso colocarles vaselina para evitar que se oxiden .Del mismo modo, si no tenemos previsto usar el vehículo, se recomienda desconectarla. 

No hay que perder de vista la necesidad de revisar el estado de la batería a partir del tercer año, algo que se puede llevar a cabo en el taller o por nuestra cuenta con un medidor de carga que se enchufará a la toma del mechero y nos dará una impresión del estado de la batería, como explican desde Autofácil. Su precio ronda los 15 euros y es un buen elemento para una primera detección de problemas con la batería.

Naturalmente, también habrá que estar atentos a otros síntomas de alerta sobre un decaimiento de la batería como pueden ser problemas al arrancar o que el vehículo tarde más de la cuenta en ponerse en marcha. Si detectamos estos problemas deberemos comprobar el estado de esta pieza, tal y como hemos explicado, y proceder a sustutirla si fuese necesario. En estos casos y como reza el dicho, más vale prevenir que lamentar, no sea que después no podamos arrancar el coche.

17 enero 2014 at 8:54

Como recuperar los puntos del carnet de conducir

Aunque lo ideal sería conservarlos todos, lo cierto es que sólo el 76% de los españoles lo consigue. Estamos hablando de los puntos del carnet de conducir. ¿Qué se puede hacer para recuperarlos? 

La primera solución al problema de los puntos pasa, lógicamente, por no perderlos, algo relativamente sencillo. Basta con atender las normas de circulación básicas como no superar el límite de velocidad, no conducir bajo los efectos del alcohol, respetar los semáforos o estacionar el coche en lugares habilitados, por citar algunas de las multas más habituales. Pero incluso haciendo caso a los mandatos podemos llegar a perder nuestros puntos y recibir alguna sanción injusta. En este caso nada como contar con un servicio de gestión de multas en el seguro de coche que se encargue de reclamar y litigar por nosotros para evitar que nos sustraigan los puntos del carnet.

Si finalmente esto sucede, debemos saber que la forma de recuperar los puntos es a través cursos de reaprendizaje a través de una escuela certificada. La Confederación Nacional de Autoescuestas (CNAE) dispone de un listado de centros autorizados, algo que también puede consultarse a través de la página de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Existen diferentes tipos de cursos que permiten recuperar una distinta cantidad de puntos. A través del curso de sensibilización y reeducación vial de 12 horas se podrán recuperar hasta seis puntos, pero éste sólo podrá cursarse cada dos años.

Quienes se hayan quedado sin puntos deberán dedicar 24 horas a su reeducación y aprendizaje. Además, sólo obtendrán ocho de los 12 puntos posibles.

La otra solución es esperar. Al cabo de dos años y siempre que no se haya cometido ninguna nueva infracción, recuperaremos los puntos perdidos. Existe una excepción a esta regla general y es la referida a las infracciones graves, en cuyo caso el plazo de reposición aumenta hasta los tres años.

Imagen – Circula Seguro en Flickr

16 enero 2014 at 8:53

Como ahorrar gas en el hogar

Llega el fríose disparan los gastos energéticos en el hogar. Aunque la factura eléctrica tiende a subir en invierno, la que realmente se dispara es la del gas. Por fortuna, mantener la casa caliente y ahorrar energía es posible y, sobre todo, mucho más fácil de lo que podríamos pensar. Basta con aplicar una serie de trucos, algunos más sencillos y baratos, y otros algo más costosos. ¡Vamos a repasarlos!

  • Compara tarifas. Hoy en día existen en el mercado comparadores que permiten ver de forma fácil y rápida las diferentes tarifas disponibles. La propia Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dispone de uno en este enlace.
  • Instala un termostato. Si todavía no lo tienes, instala uno para regular la temperatura del hogar. Ahí reside el verdadero ahorro.
  • Mantén una temperatura agradable, pero sin pasarte. Una temperatura entre los 18 y los 21 grados debería ser suficiente durante el día. Recuerda que en invierno hace frío y que es normal tener que ponerse un jersey en casa y, sobre todo, no pierdas de vista que cada grado que suba la temperatura aumentará el gasto un 8%. Por la noche puedes incluso reducir la temperatura hasta los 16 grados. Además, si vas a salir de casa baja la temperatura y si te vas unos días, desconecta la calefacción.
  • No uses la calefacción en toda la casa. Si tienes habitaciones que no utilizas, como pueda ser un cuarto de baño con su propia calefacción, prueba a quitarla o reducir su intensidad.
  • No tapes los radiadores y colócalos debajo de la ventana. Se pierde mucho calor al obstruir el radiador y colocarlo bajo la ventana permitirá que caliente el aire frió que pueda entrar por estar esta mal sellada. Así ahorrarás también en calefacción.
  • Aísla tu hogar. Un correcto aislamiento no sólo nos hará gastar menos en invierno, sino que tendrá el mismo efecto en verano impidiendo que se escape el frío generado por el aire acondicionado.
  • Ventila sólo durante 10-15 minutos.

Estos son nuestros consejos ¿Tienes alguno más?

Imagen – Howard Dickins en Flickr

15 enero 2014 at 9:00

Las rotondas, más efectivas que los cruces

Aunque son sinónimo de atascos y causantes de buenas parte de los malosentendidos en ciudad, la utilidad de las rotondas parece fuera de toda duda. Para los escépticos de este elemento de nuestras carreteras, llega ahora un caso práctico que demuestra que las rotondas son, de hecho, más efectivas y seguras que los cruces, su ‘mortal enemigo’ y la otra fórmula para orquestar cambios de dirección en el asfalto.

Un vídeo, disponible en este enlace y elaborado por los «Cazadores de Mitos«, muestra como las rotondas favorecen un tráfico más fluido que el de los cruces con cuatro vías, donde el en teoría todos los coches deben parar en la señal de stop Según su experimento práctico, en un plazo de 15 minutos el cruce permitió el paso de 385 coches frente a los 460 de la rotonda. Es decir, parece que la rotonda gana al cruce en la batalla de la efectividad.

Se puede también argumentar que una rotonda es menos peligrosa, ya que no implica el tener que atravesar carriles contrarios, minimizando el riesgo de colisión. Otra cuestión bien diferente es si sabemos cómo actuar en una rotonda y, sobre todo, cómo debemos circular por ellas, es decir, en qué momento tenemos preferencia y en qué carril debemos situarnos para tomar el desvío que deseamos. A modo de resumen, su queremos tomar una salida a la derecha deberemos entrar por el carril externo y permanecer en él hasta la salida, mientras que si nuestra salida está más adelante, deberemos entrar por carril izquierdo o interior y mantenernos en él hasta que veamos la salida, cambiando entonces de carril para poder tomarla y sin perder de vista que quienes circulan por el carril exterior tienen prioridad.

Lo que en cualquier caso no está de más recordar, es la necesidad del uso de intermitentes también en las rotondas para avisar de posibles cambios de carril, así como de salidas de la misma. Es algo que deberíamos aplicar en todo momento al volante pero que, por un motivo y otro, tendemos a olvidar.

Imagen – divergingdiamond.com

14 enero 2014 at 13:49

Así es el nuevo Plan Pive 5

La nueva edición del Plan Pive ya está en marcha. Bautizado como Plan Pive 5 y que, con una dotación de 175 millones de euros volverá a incentivar la compra de nuevos vehículos. El objetivo es seguir renovando el parqué automovilístico de España, uno de los más viejos de Europa hasta 2013, y terminar el año cambiando 175.000 vehículos viejos por nuevos modelos.

Las anteriores cuatro ediciones del Plan Pive permitieron renovar 365.000 coches y generaron una recaudación inducida de 1.000 millones de euros, principalmente por medio de los impuestos por comprar un coche. Desde que se aprobó el primer plan en 2012 el Ejecutivo ha destinado más de 300 millones de euros, siendo el presupuesto de las dos últimas ediciones de 75 millones de euros.

A falta de su publicación definitiva en el BOE, todo parece indicar que se mantienen las condiciones del Plan PIVE 4. Estas incluyen la posibilidad de recibir ayudas por valor de 2.000 euros (1.000 por parte del Gobierno y otros 1.000 del marca) por entregar un coche usado con menos de 10 años de antigüedad al comprar uno nuevo. Eso sí, el vehículo a adquirir deberá cumplir una serie de requisitos. El primero pasa por ser un modelo eficiente con etiqueta A o B, lo que equivale a emitir menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro. Además, su valor no podrá superar los 25.000 euros, lo que excluye la mayoría de coches de alta gama.

Existe, no obstante, una excepción a la norma de los 25.000 euros. Y es que el límite máximo asciende a los 30.000 euros para los vehículos eléctricos, híbridos enchufables y de autonomía extendida, los de más de cinco plazas para familias numerosas y los vehículos para personas con movilidad reducida, que además disfrutarán de un IVA reducido al 4%.

Si estás pensando en acogerte al Plan PIVE 5 para ahorrar no olvides consultar el precio de tu seguro de cocheotra buena fuente de ahorro, pero también de seguridad.

13 enero 2014 at 13:51

Cómo actuar en caso de aquaplaning en la carretera

Para conducir de una forma segura es conveniente tomar las precauciones necesarias según las estado de la carretera, el coche y las condiciones meteorológicas. En caso de lluvia, las consideraciones que debes tener en cuenta son frenar con suavidad, encender las luces, tener cuidado con los charcos… etc; y más que podrás leer en este post. 

Pero una de las precauciones que deberás tener presente es el fenómeno de aquaplaning, típico en días de lluvia. El temido aquaplaning es un fenómeno que se produce en días de lluvia cuando en el suelo se acumula agua. El problema se origina cuando el vehículo atraviesa un carretera a cierta velocidad con la superficie cubierta de agua en unas circunstancias que provocan la pérdida de control del mismo. La presión del agua hace que el vehículo se eleve mínimamente y derrape sobre una fina capa de agua entre los neumáticos y la asfalto. Esto hace que el coche pueda perder un contacto firme con la carretera, y patine y cambie peligrosamente de dirección, llegando a invadir el carril contrario e incluso llevandole fuera de la carretera, corriendo así un grave peligro.

Lo mejor para evitar algo tan peligroso como el aquaplaning es mantener los neumáticos en buen estado, inflados adecuadamente y contar con una banda de rodadura cuya resistencia a los deslizamientos esté por encima de los límites exigidos por la ley. Pero no solo hay que tener consideraciones para el automóvil, también es importante tener precaución en la forma de conducir. Si conduces con lluvia, debes reducir la velocidad, siempre que sea posible evitar los charcos y aprovechar los surcos que van dejando los coches que nos preceden.

Pero si no has podido evitar el aquaplaning, no frenes ni gires el volante bruscamente ya que puedes provocar que el coche derrape. Reducir velocidad levantando el pie del acelerador. Una vez notemos que el coche está en contacto con el suelo de nuevo, podemos empezar a frenar de forma suave y regular. Sin ser bruscos.

10 enero 2014 at 11:01

Cómo limpiar el horno 

La limpieza del horno es una tarea costosa, pero que hay que hacer después de utilizarlo en varias ocasiones especialmente si mientras lo hemos usado salpicado el plato de comida que estábamos cocinando. Para evitar que se acumulen restos de comida, es importante no dejar que pasen los días, sino limpiarlo al momento ya que si no lo haces los restos de comida resecos se quitan peor. Deberás procurar limpiarlo con frecuencia para facilitarte la labor y que todo resulte más sencillo. Algunos consejos para llevar a cabo esta tarea son:

  • Es recomendable que utilices una bayeta o un estropajo suave para limpiar el horno sin rallarlo ni deteriorarlo.
  • Lo primero que deberás hacer será retirar los restos de alimentos que estén pegados en las paredes del horno, así como los restos que hayan caído dentro del horno, como migas u otros pequeños trozos de comida.
  • Para ello, deberá esta húmeda la bayeta o estropajo con agua jabonosa y pásalo por el interior del horno, en varias ocasiones si es necesario.
  • A continuación, te recomendamos preparar una mezcla de bicarbonato y agua que te ayudará a limpiar el horno para que quede verdaderamente reluciente.
  • Deberás aplicar esta pasta en las paredes del horno, poco después de haberlo apagado para que las superficies todavía estén aún calientes, ya que si están fríos te costará más.
  • Déjalo reposar al menos una hora y media para que el bicarbonato actúe, para después retíralo con un trapo empapado en vinagre.
  • Por último, aclara bien el horno con una esponja o trapo humedecido en agua tibia, para eliminar por completo todos los restos de suciedad del horno.

En caso de que el horno esté muy sucio o la suciedad muy incrustada, es probable que debas recurrir a productos quitagrasas específicos para la limpieza de hornos. En ese caso, deberás seguir las instrucciones del fabricante de ese producto y comprobar que es compatible con tu horno en las instrucciones del mismo.

9 enero 2014 at 13:50

Cómo actuar con hielo en la carretera

Para conducir de una forma segura es conveniente tomar las precauciones necesarias según las estado de la carretera, el coche y las condiciones meteorológicas. En caso de que conduzcas con nieve, hielo o otros fenómenos propios del invierno, las consideraciones que debes tener en cuenta son frenar con suavidad, encender las luces, tener cuidado con los charcos… etc; y más que podrás leer en este post.

Consideración aparte tiene si conduces en una carretera afectada por placas de hielo. En primer lugar es conveniente que estés alerta ante estas situaciones ya que las placas de hielo no se detectan a simple vista, por eso deberás tener precaución si conduces por carreteras que se encuentren en lugares húmedos y fríos. En caso de que notes que hay que placas de hielo en el asfalto, y una vez que has puesto las cadenas del coche, lo primero que tienes que hacer es reducir la velocidad y mantener una distancia de seguridad con el vehículo que nos precede para disponer de más espacio en caso de que haya que frenar.

Cuando hay hielo en la carretera, la adherencia se reduce a mínimos, por lo que se ha de manejar la dirección lo más recta y suavemente posible. Del mismo modo procura no ceñirte demasiado al interior de las curvas, pues es en estas zonas donde se suele situar una mayor concentración de hielo. Si te encuentras con una placa de hielo tienes que actuar combinando la rapidez y la serenidad. Lo más importante es no frenar bruscamente ni provocar violentos movimientos del volante, pues la notable diferencia de adherencia puede provocar un patinazo. Es importante marcar la trayectoria de forma muy suave y limpia, ayudando a salir de la curva abriendo ligeramente la trazada hacia el exterior, de forma natural.

En caso de que necesites frenar, deberás pisar con muchísima suavidad el pedal del freno. El ABS ayuda, pero no es un remedio infalible ante el hielo. Y recuerda, que lo importante es llegar, por eso mantén la paciencia a pesar de que tengas que reducir la velocidad y tardes más en llegar a tu destino.

Y si surge cualquier imprevisto, nada como contar con un buen seguro de coche y su correspondiente asistencia en viaje para que nos ayude.

Imagen: por Derek Bakken en Flickr.

8 enero 2014 at 14:00

Juegos para viajar con niños

Si para nosotros los largos trayectos en coche nos pueden resulta aburridos, cuanto más para los más pequeños. Pero siempre hay alternativas para hacer que el viaje sea entretenido. En este contexto, los juegos tradicionales se sitúan como el método preferido para hacer más llevadero el desplazamiento en coche. Así, el 35% de los conductores utiliza juegos para hace más fácil el viaje a sus pasajeros más jóvenes. A continuación te describimos tres que no solo te ayudarán a mantener distraídos a tus hijos, sino que también les ayudarás a nivel intelectual. Los más utilizados son:

  • Palabras encadenadas: este juego consiste en decir una primera palabra e ir encadenando la siguiente formando una nueva con la última sílaba de la palabra anterior. Con este sencillo juego ayudaras a tus hijos a ampliar su vocabulario, al tiempo que despierta su imaginación.

  • Veo, Veo: este clásico juego consiste en decir la primera letra del objeto que el jugador esté viendo en ese momento. El resto de los jugadores deben adivinar la palabra, se pueden dar pistas si se permite, y el ganador es el primer jugador que consigue adivinar la palabra.

  • Contar coches: Cada participante elige un color y debe ir sumando cuántos coches se ven de ese color. El que sume 10 vehículos más rápido, gana.

Eso sí, a la hora de viajar con niños no debemos olvidar las cuestiones de seguridad, que para empezar pasan por la obligatoria sillita de seguridad para niños no desplazandose de un lugar a otro mientras esta el coche en marcha o simplemente no dejarle sentarse en el asiento de delante. También es importante que haya dos adultos en el coche, y el que controle el juego sea el que no está conduciendo. Para conocer más juegos que se pueden realizar el coche en los trayectos largos para entretener a los más pequeños entra en este enlace.

7 enero 2014 at 14:04

Propósitos para el nuevo año

El año llega a su fin y comienza una nueva oportunidad para cumplir los propósitos que no conseguiste hacer en 2013. Seguro que ya tienes muchos en mente, pero que no se te olvide otros cuantos que serán beneficiosos si los cumples para ti y tu entorno.

  • Acude a revisiones médicas: teniendo buena salud se puede hacer de todo, por eso prevenir una enfermedad es esencial para cumplir tus objetivos. Muchas veces tenemos síntomas de que algo no funciona bien y no sabemos a qué se debe, por eso es conveniente que acudas al médico cuando tu sentido común así te lo indique. Es recomendable hacerse una revisión médica general al menos una vez al año, sin olvidarte de pasarte por el óptico-optometrista y tu dentista. Y si tienes más de cincuenta años es también recomendable que te hagas revisiones como método de prevención del cáncer de próstata, de mama, etcétera.
  • Haz ejercicio: hacer deporte es uno de los pilares de una vida saludable. Independientemente de la edad que tengas, apúntate al gimnasio o realizar algún deporte debía ser uno de tus propósitos para el año 2014, pudiendo elegir el que más se adapte a ti, ya que los hay para todos los gustos y adaptables a toda condición física. Realizando al menos 30 minutos de ejercicio diario notarás sus beneficios no sólo en tu cuerpo, también en tu mente, ya que a la mejora de tu forma física, el fortalecimiento de tus huesos, el control del sobrepeso o el aumento de la movilidad de tus articulaciones se añadirá una sensación de satisfacción con uno mismo que viene provocada, según los expertos, por la liberación de endorfinas que se produce en la práctica deportiva.

  • Deja de fumar: los primeros días de enero es el momento perfecto para plantarse y encontrar la fuerza de voluntad suficiente para abandonar el tabaco, ya que posiblemente tengas una mayor motivación. Para conseguirlo piensa en los motivos médicos: las posibilidades de padecer cáncer, EPOC o bronquitis entre otras se disparan en los fumadores. Además del alto precio de las cajetillas. Por todo ello dejar para siempre el tabaco es uno de los propósitos imprescindibles para arrancar el nuevo año.

  • Piensa en ti: dedica tiempo a realizar actividades que te gusten. Haz compatible tu trabajo con la realización de aficiones que te harán sentir mejo. Dentro de este punto entraría ver las series o películas que te han recomendado tus amigos, leer o viajar.

Procurar transformar estos propósitos, más los que tenías pensados, en una realidad, recordando que si conviertes una actividad en una rutina conseguirás que sea un estilo de vida.

2 enero 2014 at 9:58